Durante muchos años escuchar el himno español o ver la bandera en cualquier casa me resultaba repugnante, era síntoma de que aquellas personas eran fascistas y de todo lo que aquello representaba.
Con el paso de los años, más o menos tenía yo 30, me reconcilié con el himno y la bandera y para mi ya no tenían más significado que lo que en sí representan.
Después conocí a mi pareja, reconocida por ella misma como nacionalista catalana de izquierdas, y sentí cierta "envídia sana" de cómo sentía ella el himno y la bandera catalanes.
Es una paradoja que cuando veo a un español con una bandera española le veo como a un facha y cuando veo a un catalán con la senyera no le veo como a un facha.
¿A cuento de qué viene todo esto?
Pues a que he visto publicado que el Sr. Carod ha dicho que "En ningún país del mundo, el día de su fiesta nacional, cuando se oye el himno la gente grita, silba, insulta..."
Sólo decirle al Sr. Carod, que sí existe un país en el que pasa eso mismo, se llama España y decirle que igual que yo respeto a Cataluña, él debería respetar a los habitantes del Valle de Arán, Urgel y Besalú que se sienten tan poco catalanes como él español.
Un saludo,
Jesús Escribano
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