Las elecciones municipales serán en la Ribera d'Ebre un buen termómetro para conocer el grado de incidencia de la polémica candidatura nuclear de Ascó, que mantiene intacta la aspiración de recibir el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares, en la política local de su área de influencia. Los dos partidos mayoritarios, el PSC y especialmente CiU, creen que ERC e ICV-los más netamente anti-MTC-se equivocaron en maximizar el peso de este debate en las elecciones autonómicas-en buena medida tienen razón-y que ahora volverán a tener más importancia las discusiones sobre cómo generar oportunidades económicas en el territorio, al margen de si este reto pasa o no por el ATC de Ascó. "Sí que marcará, pero igualmente tenemos que hablar de cómo llevar industria a los municipios importantes", concluye el jefe comarcal de CiU, Jordi Borràs, que avisa de que el no al almacén, que él considera "mayoritario" entre las filas convergentes-su homólogo republicano Josep Maria Sáez le rebate que no conoce ningún líder convergente que haya hecho bandera-, no debe quedar fijado forzosamente en los programas electorales, como las plataformas anticementerio están reclamando a los partidos tradicionales. "Nosotros ya dijimos lo que teníamos que decir", responde Borràs, coincidiendo en este punto con el secretario de organización del PSC en el Ebro, Manel de la Vega.Por tanto, como ya ocurrió antes del 28-N, los dos grandes se remiten a la posición de sus grupos parlamentarios-no al ATC-para intentar apaciguar el debate en el ámbito territorial. "Es muy importante el turismo y el apoyo a la agricultura", dice De la Vega, que cree que el silo nuclear "no es el debate que corresponde a unas municipales".
Pero los grupos anti-ATC han anunciado una campaña de presión que, si no rentabilizan a través de los programas de los partidos consolidados, los puede llevar a constituir sus candidaturas propias, aún por concretar pero en especial en municipios de la Ribera norte como la Torre del Español y quizás a Ascó mismo, donde se especula que la posible marcha del líder de los independientes (FIC), Antonio Casanova, podría acercar la formación a un ideario más abiertamente anti-ATC. La cuestión es que el alcalde de Ascó, el convergente Rafael Vidal, el impulsor de la controvertida candidatura, repite como cabeza de lista, y además es el claro favorito.
Con candidaturas anticementerio o sin, los más fuertes no dejarán ningún municipio al descubierto. CiU y el PSC aspiran a presentar candidaturas a los 14 pueblos. De hecho, los convergentes dicen que aspiran incluso a asaltar la alcaldía del único lugar donde hace cuatro años no hicieron lista, Rasquera, donde además el alcalde es el actual presidente del Consejo Comarcal, el republicano Bernat Pellisa. En cuanto al resto, el desarrollo convergente está marcado por el adiós de un referente, Joan Sabanza, en Móra la Nova, tras 32 años de alcalde, y por el intento frustrado de otro histórico, Santiago Campos, de no volver a la primera línea en Móra d'Ebre. En la capital, con Joan Piñol, CiU necesita recuperar la mayoría absoluta que perdió en 2003 si no quiere volver a quedar expuesta a un pacto entre ERC y el PSC-ambos cambian de alcaldable-que hace ocho años que funciona. El impulso a la ley de barrios, ahora con una baja ejecución de los proyectos, o el replanteamiento del área residencial estratégica, son algunas de las claves del futuro de Móra d'Ebre.
"Y no sólo en Móra d'Ebre tenemos que sacar mayoría absoluta para gobernar", lamenta Borràs. ERC y el PSC también han compartido las alcaldías de Flix, donde ha sido posible un gobierno de unidad con un solo concejal convergente, y de Benissanet. Sabanza desarrolla, pero el también veterano Gil Martí, en La Palma d'Ebre, aunque vuelve, así como un alcalde más joven pero ya consolidado como es Jordi Jardín, en Tivissa, el municipio más grande.
En las filas socialistas también se puede producir un adiós sonado, aún por confirmar oficialmente: el de José Luis Aparicio en Riba-roja d'Ebre. Los grandes objetivos del PSC serían gestionar este vacío; intentar forzar un cambio de ciclo tanto en Móra la Nova, en coalición con los independientes de Innova, como la Palma, y aprovechar que Ginestar pasa de siete a nueve concejales para consolidar el liderazgo del alcalde, Josep Domènech, en una plaza tradicionalmente convergente hasta el 2007. En definitiva, "el objetivo es conseguir el séptimo consejero comarcal", expresa De la Vega. En cuanto a los relevos, lo más importante en el PSC es el de Marc Mur en el lugar del alcalde Óscar Bosch en Flix. Los otros alcaldes socialistas, Xavier Borràs en la Torre e Ignacio Vallvé en Benissanet, sí continúan como cabezas de lista.
Esquerra, a pesar de la bajada en las autonómicas (de 2.500 a 1.500 votos), en que CiU tuvo una recuperación (600 votos más que en 2007) con el que pretende marcar tendencia, está convencida de que la baza anticementerio será clave para "penetrar" en la Ribera norte y aguantar el tirón de CiU. "Hemos bajado respecto de 2003 [la gran eclosión de ERC en el eje del río Ebro] pero podemos acercarnos a esa meta", confía Sáez, que enfoca el reto de consolidar las candidaturas de la Torre del Español, Flix, Tivissa, Benissanet, Móra d'Ebre y Móra la Nova y los dos pueblos donde tienen la alcaldía solos, Miravet y Rasquera-Toni Borrell y Pellisa aspiran a la reelección-, así como la intención de constituir alguna nueva lista al norte de la comarca. donde parece que se jugará la batalla de los residuos.
La sombra nuclear la podría alargar una posible candidatura de los pro-MTC en Flix, en torno al grupo Volem Viure a Flix. La brecha nuclear, pues, parece la vía de penetración de grupos independientes que en la Ribera casi hace 20 años que no tienen peso de verdad. La FIC, al margen de los cuatro ediles de Ascó, sólo tiene dos más en Rasquera.
Tampoco tiene grandes expectativas ICV, que confía en no perder los tres concejales de Tivissa, una candidatura que volverá a liderar el ex alcalde ecosocialista Fermí Pallicé, ya presentar un par de listas más, contando Flix. El PP, que ahora no tiene representación en toda la comarca, busca al menos entrar en la capital mediante Francisco Launes, y arañar algún concejal en Ascó.