Al delegado del Gobierno en la Generalitat en las Terres de l'Ebre le ha sorprendido que después de tantos años reclamando el Estatuto aparezcan discursos políticos 'antiestatut' para detener la aprobación del anteproyecto de la ley de las veguerías .
JOAN JOSEP CAROT - 06/01/2010 20:07
El delegado del Gobierno de la Generalitat en las Terres de l'Ebre, el republicano Lluís Salvadó. FOTO: JOAN REVILLAS
La redistribución del poder siempre crea muchas tensiones.
Cualquier cambio importante y trascendente genera reticencias originadas del status quo de aquellos que no les apetece ceder una parte de aquel poder que históricamente habían asumido o dispuesto.
La polémica que ha generado el anteproyecto de ley de veguerías pone en peligro la creación de la veguería del Ebro?
El convencimiento del Gobierno es firme y es indiscutible, especialmente de la Consejería de Gobernación que quiere que esta ley sea una realidad dentro de esta legislatura. Hoy se está trabajando con el objetivo de que este anteproyecto de ley pueda ser aprobado este mes de enero y pueda entrar, posteriormente, en el trámite parlamentario. En este sentido soy optimista. No obstante, quiero manifestar mi sorpresa ante las reticencias que desde Tarragona desde Lleida o desde la Diputación de Barcelona se han manifestado a esta división territorial que está más que asumida desde el año 1995. Y está asumida por una realidad indiscutible y es que hoy la Generalitat está descentralizada en siete territorios. Las Terres de l'Ebre somos un ejemplo, pero en los últimos años también se ha hecho en las Comarcas Centrales y los Pirineos. Por tanto, la división territorial es un tema que está consolidado, cerrado a cal y canto desde 1995.
Por lo tanto, le sorprenden las declaraciones del alcalde de Lleida cuestionando la veguería del Pirineo?
No me sorprenden, por qué el alcalde de Lleida siempre ha sido muy franco en esta cuestión y se ha quejado ahora y se quejó cuando se inició el proceso de descentralización de la Generalitat en los Pirineos. Es coherente y siempre ha sido muy claro, él quiere la provincia de Lleida.
Cuando puede ser una realidad la veguería del Ebro?
El objetivo es que sea una realidad a partir de junio de 2011, sin embargo no debemos ocultar que antes de conseguir la veguería del Ebro hacen falta llevar a cabo muchos de pasos y hacer mucho trabajo que requiere un consenso de los partidos políticos muy importante que de entrada se presuponía que existía. Además de la aprobación de la ley de veguerías necesario, a posteriori, modificar una ley de carácter estatal y en este sentido hace falta el compromiso y la implicación del gobierno del Estado.
Y este compromiso existe?
Sí, el gobierno del Estado asume que hay un Estatuto de Cataluña, que aprobó el Parlamento y posteriormente el Congreso de Diputados, que dice que se deben implantar las veguerías. Lo que sorprende es que después de tanto tiempo reivindicando un nuevo Estatuto, cuando se plantea desarrollar en un tema fundamental como son las veguerías, aparezcan desde Cataluña discursos anti-estatuto, porque son discursos que van en contra de lo que dice el Estatuto.
La marginación, el olvido, el abandono histórico son las causas por las que hoy hay un consenso político y social tan amplio en las Tierras del Ebro que pide la recuperación de la veguería?
No lo veo como una respuesta a este elemento de falta de proximidad del País hacia las Tierras del Ebro, lo veo como un proceso lógico desde que en 1833 se impuso una división provincial que no era lógica, porque las Terres de l ' Ebro y el Camp de Tarragona tenemos realidades, necesidades y singularidades muy, muy diferentes. Se trata de una división provincial anti-naturaleza que no refleja ni la realidad de nuestro territorio ni de nuestro país. Durante dos siglos en las Tierras del Ebro se ha mantenido la voluntad de existir, de emerger y de superar esta división provincial, y lo que estamos haciendo ahora es recuperar la veguería que habíamos tenido durante seis siglos.
¿Qué piensa del enfrentamiento que protagonizan los alcaldes socialistas de Tarragona y Reus?
Desde las Tierras del Ebro creo que no nos tenemos que poner en cuestiones internas del Camp de Tarragona, por lo tanto respeto absoluto a sus discrepancias mientras ellos respeten nuestra voluntad de convertirse vegueria de las Terres de l'Ebre. Lo que no podemos aceptar es que sus problemas internos sean una excusa para pedir la paralización de la ley de veguerías, como están haciendo algunos de los políticos del Camp de Tarragona. No pueden poner palos en las ruedas a la voluntad del Ebro ser veguería.
¿Cómo ve hoy la relación entre Tortosa, Amposta y el resto de ciudades de la región del Ebro?
Quiero destacar el juicio de la gran mayoría de políticos de nuestro territorio, aparcando los posibles o históricos recelos entre ciudades y poniendo por encima el interés colectivo y general de las Terres de l'Ebre. Hoy tenemos que ponernos al lado de la constitución de la veguería y posteriormente, una vez constituida, ya discutiremos como la implementamos, si hacemos un modelo de territorio estructurado en red en un proyecto multipolar y equilibrado o si tendemos más a un modelo de territorio clásico más centralizado, pero, remarco, es un debate que ya haremos a posteriori. Y quiero también destacar la capacidad de todos los alcaldes de las tierras del Ebro de aparcar las posibles discrepancias para manifestar una voluntad, o desde la afirmación o desde el acuerdo tácito.
¿Qué es un modelo de territorio estructurado en red?
Las veguerías no son más que la expresión de un modelo de país multipolar. Hoy Cataluña tiene un gran polo y tres polos más pequeños que son las capitales de provincia. Avanzar hacia un modelo más equilibrado significa avanzar hacia las veguerías distribuyendo el poder administrativo y los centros de decisión por el territorio. Y este mismo discurso lo hemos de aplicar en las Tierras del Ebro y ser capaces de dar un papel y un juego en la construcción del territorio en la Ribera d'Ebre, en la Terra Alta o el Montsià, y reconocer las aspiraciones legítimas de algunas de nuestras ciudades más allá de Tortosa como capital histórica de las Tierras del Ebro, lo que significa que Amposta debe tener un papel importante como Móra d'Ebre o Flix, entre otros.
Noticia original en catalán: http://www.diaridetarragona.com/ebre/038370/el/discurs/creacio/vegueries/lestatut
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