Corría el año 2020, por aquel entonces la Fábrica ya había cerrado casi todas sus instalaciones. Fueron listos, como siempre, dejaron el fosfato abierto para que no les obligasen a quitar todos los residuos que quedaron impregnados en los edificios durante muchos años.
Ya se encargaron otros de quitar los lodos del río, tuve "la suerte" de poder trabajar allí durante cuatro años hasta que, finalmente fueron trasladados al Racò de la Pubilla, se alargó un poco más pero ya no hacía falta tanta mano de obra. Creíamos que las instalaciones para la limpieza serían permanentes pero poco a poco se fué invirtiendo menos dinero en la Ribera de Ebro, todo empezó en el 2010 con un recorte de unos 400.000 € en los presupuestos de la Generalitat, y finalmente se cerraron.
El ATC, finalmente, no fué instalado en Ascò. Decidieron ponerlo en Los Monegros, porque tras un largo proceso vieron que era el lugar con mejores comunicaciones, habían creado un "Las Vegas" a la española, pero el proyecto fracasó y aprovecharon las infraestructuras.
Flix, el pueblo que me acogió hace años, no es ni la sombra de lo que fué hace unas décadas, aquí sólo sobreviven los jubilados de Fábrica y de la nuclear. Los jóvenes que fueron a la Universidad se buscaron la vida en las ciudades y los pocos que se quedaron malviven con el fruto de la tierra y con algunas agro-tiendas. El instituto se cerró por falta de alumnos, ahora van a Mora de Ebre donde se construyó uno nuevo, los profesores fueron trasladados a diferentes centros. Las escuelas sobreviven, el Centro Geriátrico les ha comido gran parte del terreno que ocupaban, pero todavía quedan algunos niños, pocos pero quedan.
El proyecto turístico de Flix fracasó, la gente se cansó de ir a un sitio donde campaba a sus anchas la mosca negra, sin que se pusiese remedio por miedo a que los insecticidas afectasen a la Reserva de Sebes y a sus aves, que por cierto cada día está más deteriorada, los pocos voluntarios que la cuidaban han crecido y trabajan, la falta de juventud en la zona también le ha afectado.
Yo he tenido suerte, me tocó un pellizco en la lotería y compré los terrenos que ocupaba el circuito de la Autoescuela Estela. He montado una casa de citas, el mejor negocio que he visto en mi vida, a la que acuden los jubilados de la zona y los pocos mozos viejos que aguantan.
¡Anda, se me había olvidado! La Central Nuclear de Ascò se cerró.
Jesús.
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