martes, 15 de diciembre de 2009

¿Un cuento?


RECUERDOS DEL FUTURO
Issai Jordà Bagés
PUBLICADO EN "LA VEU DE FLIX" NÚM. 148 MAYO 1992.

Aquella tarde del 9 de Abril del año del señor 2051 cumplí los 88 años, una tarde lluviosa y gris que invitaba a la melancolía y la tristeza, por el ventanal de la mente transcurrió buena parte de la memoria como si de las secuencias de una película se tratase. Recordaba que durante los años pasados no se produjo nunca esa guerra definitiva y apocalíptica a la que parecíamos abocados, pertenezco pues a una multitud afortunada que a lo largo de toda su vida no tuvo que sobrevivir a ninguna guerra, si no tenemos en cuenta las diversas aventuras militares en Europa del Este de los últimos gobiernos socialistas hace ya más de treinta años.
Aquel ambiente gris de tarde lluviosa de primavera me lleva por los caminos de la memoria, a mi pueblo. Yo soy de Flix, bien quizá sería mejor decir que era de Flix, hace tantos años ya que tuve que dejarlo.
Otra secuencia de imágenes me fueron viniendo a la memoria, hechos y fechas que marcaron la definitiva decadencia de mi pueblo. La última década del siglo XX vino marcada por una crisis más o menos continuada en la fábrica de productos químicos, no me acuerdo ya muy bien de su nombre, que durante cien años animó económicamente la vida de Flix, pero lo que definitivamente la tocó de muerte, ya en la segunda década del siglo XXI, alrededor del 2012, fue la prohibición de trabajar con mercurio que significó el cierre definitivo de las plantas de producción de cloro, quedando reducida la producción exclusivamente a los fosfatos y que si la memoria no me falla no llegan a ocupar más de cien trabajadores, y que también en las postrimerías de la segunda década terminaría cerrada por problemas de economías de escala, fue por estas fechas cuando yo y casi todos los de mi generación fuimos dejando el pueblo y Flix se hizo realmente pequeño, solo animado económicamente por las centrales nucleares de la vecina población de Ascó y las pequeñas empresas subsidiarias. Pero las centrales ya hace diez o quince años que fueron clausuradas después de alargar su vida útil para facilitar la amortización de miles inversiones hechas a finales de siglo para sustituir los generadores de vapor y la construcción de las dos torres de refrigeración, significando la definitiva degradación de la zona tanto económica como demográficamente.
Incluso la pequeña central eléctrica, que durante años marcó paisagísticamente el pueblo, fue cerrada hace cinco años, aunque laboralmente no significó nada, ya que hacía años que ya estaba totalmente automatizada, coincidiendo con la proximidad del plazo de 99 años de la concesión de uso del pantano de Flix, la entrada en funcionamiento de las modernas centrales de fusión nuclear, a priori menos contaminantes, instaladas en Sitges y Castelldefels, ya no se recordaron de nosotros a la hora de instalar estas centrales.
La luz melancólica de aquella tarde de abril ayudaba angustia y las lamentaciones y me haga considerar el injusto trato que recibió Flix por parte de la Historia, pero también me hizo reflexionar sobre la propia responsabilidad colectiva y me vinieron a la memoria unos versos que hablaban de la lana y los lanudos y que desgraciadamente se aplican muy bien a la ideosincracia de mi Flix.
Y es que desde hoy parece que todo pasó tan deprisa, pero ya se veía venir y no se hizo absolutamente nada, por ignorancia más que mala fe de los que entonces mandaban, y en estas reflexiones recordé mi pasada dedicación a la política municipal, desde la que ya señalar y denunciar, con mucha pasión a veces, que no íbamos bien, qué tiempos aquellos, teníamos un equipo de gente muy digna y juiciosa, incluso recuerdo que llegamos a publicar una revista desde donde tratábamos de alguna manera concienciar a la gente, y que aún hoy se publica, ya no desde Flix sino de un pueblecito del Pirineo donde se instalaron unos de los miembros del grupo tras la definitiva crisis; el tiempo y el espacio nos ha separado y alguna misiva a veces nos acerca un poco y lamentablemente en estas edades nos anuncian a menudo la separación definitiva de aquellos que nos van dejando.
Pero volviendo a ese período de mi vida que recuerdo gratamente, y en el que pensábamos que todo era aún posible, y es que sin duda alguna la razón era nuestra y el tiempo desgraciadamente lo ha confirmado, tal vez es verdad que tampoco se podía gran cosa, pero a mí personalmente me sublebava esa política de gasto descontrolada, de fiesta casi continua pagada por todos, practicada por quienes gobernaban, y que parecía maquiavelicamente establecida porque la gente no piensa más que con el presente haciendo olvidar un futuro de una manera tan obscena que ni siquiera nos dimos cuenta de lo que iba pasando. Siempre tuve la sensación de un uso y abuso de las instituciones por parte de algunos políticos hacia un nada disimulado interés personal en detrimento del interés general, en detrimento en definitiva de Flix como pueblo.
Es triste pensar en la gente que se fue dispersando, procuraba yo cada año volver a Flix  al menos por Todos los Santos, y reencontrarme con viejos conocidos y con mi pasado, hace ya casi cinco años, una población reducida y envejecida anunciaba un presente angustioso y un futuro incierto que se manifestaba de una manera abrumadora el día de Todos los Santos, cada año hay menos flores en el cementerio, la gente se está olvidando de Flix y de su propio pasado.
Ojalá hubiéramos dispuesto de una segunda oportunidad que nos hubiera permitido hacer al menos algo más que engañarnos nosotros mismos, como pretendían y consiguieron los que entonces mandaban o al menos lo hacían ver.

MACONDO, a 11 de Septiembre de 2051
Artículo recogido de http://issaijorda.blogspot.com/ y traducido al castellano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

conynç, nostradamus.
Josep mª.

Jesús Escribano dijo...

Mejor que Nostradamus, aquí no hay nada que interpretar.

¿Qué importa si el gato es blanco o negro, con tal de que cace ratones?

¿Cómo se pronuncia Flix?


"No et limitis a contemplar aquestes hores que ara venen. Baixa al carrer i participa. No podran res davant d'un poble unit, alegre i combatiu" Vicent Andrés Estellés